Profamilia > Servicios > Infecciones de Transmisión Sexual – I.T.S
¿Cómo prevenirlas?
Existen más de 20 tipos de Infecciones de Transmisión Sexual - ITS. Cualquier persona, sin importar su edad, está en riesgo de contagiarse si:
- Tiene relaciones sexuales orales, vaginales o anales sin el uso adecuado del condón
- Comparte agujas o jeringas
- Tiene contacto con sangre, semen o fluidos vaginales infectados
- Recibe transfusiones de sangre contaminada
- Se ha hecho tatuajes o piercings con elementos contaminados
- Se ha realizado procedimientos odontológicos o médicos, cortes de cabello o manicure con instrumentos sin esterilizar
¿Cómo evitar contagiarse de una ITS?
- Protégete: cuando tengas relaciones sexuales orales, vaginales o anales utiliza siempre y de manera adecuada el condón
- Infórmate: en Profamilia contamos personal especializado para orientar y responder todas tus dudas para disfrutar de una sexualidad plena y segura
Ten presente:
- No todas las Infecciones de Transmisión Sexual - ITS se pueden curar
- Existen muchas infecciones que no generan alteraciones físicas, por lo que se debe tener precaución con cualquier persona así luzca "sana"
- Las Infecciones de Transmisión Sexual - ITS no son exclusivas de personas homosexuales, de quienes tienen más de una pareja sexual o de aquellas que ejercen el trabajo sexual
- Existe el riesgo de contagio en cualquier encuentro sexual sin protección, es falso que la primera relación sexual no genera riesgo
En caso de presentar alguno de los siguientes síntomas, consulta un médico especializado:
- Ardor al orinar
- Supuración en los genitales masculinos
- Flujo vaginal con olor y color distinto al usual
- Dolor abdominal bajo o en los testículos
- Úlceras genitales
- Aparición de granos, verrugas, ampollas, inflamaciones o cambios no comunes en los genitales
Recuerda, si no se recibes un tratamiento oportuno, las Infecciones de Transmisión Sexual - ITS pueden tener consecuencias graves como: esterilidad, cáncer, lesiones cardíacas, enfermedades del sistema nervioso, pérdida del embarazo, malformaciones fetales e incluso la muerte.
Cuando una persona está infectada con VIH, Hepatitis B o C y no presenta síntomas en la primera etapa, estos pueden aparecer después. Te recomendamos visitar al médico como mínimo una vez al año para realizar pruebas diagnósticas y evitar situaciones de riesgo.