Cáncer de ovario, enemigo silencioso

Sin bien, en varios países del mundo el acceso a servicios de salud y exámenes diagnósticos garantizan el acceso oportuno a tratamiento frente a enfermedades como el cáncer,  a menudo los síntomas son mal diagnosticados, eso suele suceder con el cáncer de ovario que se puede confundir con síntomas de otras enfermedades menos graves, especialmente molestias gastrointestinales.

Lamentablemente, la mayoría de las pacientes son identificadas cuando ya están en las etapas avanzadas de la enfermedad, cuando es más difícil de tratar. No hay una prueba simple de rutina para detectar con certeza el cáncer de ovario.

Es así como en mujeres mayores de 55 años, una vez han llegado a la menopausia se detecta esta enfermedad que genera un deterioro significativo en la calidad de vida de quien la padece y una dificultad en el tratamiento. Algunos tipos de cáncer de ovario pueden aparecer en mujeres jóvenes.

Por otro lado, uno de los factores de riesgo que desconocen las mujeres y que pueden marcar una diferencia entre padecer o no esta enfermedad (en relación con la población general) de desarrollar cáncer de ovario son aquellas que, por su lado familiar paterno o materno tienen dos o más parientes que han tenido cáncer de ovario, de mama, de colon o uterino.

Síntomas como hinchazón constante en la parte abdominal de mayor tamaño a los normal, dificultad para comer y sentirse llena, necesidades con mayor urgencia o frecuentemente pueden dar señales de alerta del cáncer de ovario, sin embargo, quiénes ya tienen la enfermedad desarrollada, tienen uno o más de los síntomas anteriores de forma frecuente. Puede también haber otros síntomas como el cambio en los hábitos intestinales, sangrado vaginal anormal, fatiga y pérdida de peso inesperada o aumento de peso (en este caso alrededor del abdomen).

¿Cómo prevenirlo? ¿Estoy a tiempo?

Existen actualmente dos opciones para reducir el riesgo de cáncer de ovario los cuales quizá puedas validar con tu médico de acuerdo con tu estado de salud actual:

• Píldoras anticonceptivas. Los anticonceptivos orales han demostrado reducir el riesgo de cáncer de ovario hasta en un 30 a 60%.

• La ecografía transvaginal o pélvica son exámenes de rutina que permiten identificar posible inicios o avances del cáncer de ovario.

• La cirugía preventiva para extirpar los ovarios y las trompas de Falopio son una opción para considerar, si las pruebas genéticas indican un mayor riesgo de padecer cáncer de ovario. Para mujeres en etapa postmenopáusica, esta cirugía puede reducir el riesgo de cáncer de ovario y cánceres relacionados hasta en un 85-90%.